miércoles, 14 de octubre de 2015

CRÓNICA DE DANIEL ESTRADA EL QOSQORUNA




ÉL YA HIZO MUCHO, AHORA NOS TOCA CONTINUAR
Muchas sonrisas de niños en los parques, muchos turistas fascinados con el Qoricancha, muchos lugares con hermosas piletas para pasear en los días familiares, Muchos jóvenes que tenemos un espacio para dar rienda suelta a nuestra imaginación con los libros y muchas cosas más de la cuales no conocemos quién fue el gestor de los beneficios que hoy tenemos, tenemos y a veces sin reconocer no queremos. Todos estos lugares mejorados, construidos y adornados tienen un mentor, ese hombre se llama Daniel Estrada Pérez.
Tal vez fue la infancia que lo tocó vivir,  en lugares sin espacio para las risas del juego de los niños, tal vez fue el desentendimiento de sus congéneres que no dieron importancia a embellecer  su ciudad, o tal vez su motivación fue la combinación entre lo mencionado y la sangre de líder innato que no le permitió quedarse de brazos cruzados sin hacer nada por los suyos.
Nació en la Provincia de Calca el 3 de enero del 1947, radicó en el Cusco en donde realizó sus estudios, tuvo un contacto directo con todos sus paisanos que al igual que él exigían al gobierno mejores condiciones de vida, justicia y trabajo. Fue abogado de profesión y antes de serlo practicó la política en sus aulas universitarias, contagiando a sus compañeros el discurso de fortaleza e igualdad.
Fue alcalde del Cusco  entre los años 1984 – 1986, destacó y el pueblo cusqueño lo reeligió hasta en dos oportunidades más de 1990 a 1992 y de 1993 a 1995, en abril del último año fue elegido congresista de la República y asumió sus funciones como tal en julio de ese año hasta 1999. Tuvo una participación muy activa en la política peruana, por ello en 1999 fue elegido miembro del Congreso Nacional y en el 2000 como congresista por el Cusco. Este último período no lo pudo terminar.
“Lo sentimos ya no hay nada que podamos hacer, la enfermedad que usted tiene ya está muy avanzada” fueron las palabras que el médico le dijo luego que analizará los exámenes que le hizo. Daniel no se doblegó y muy a su estilo continúo desempeñando su cargo de congresista por su Cusco y su país. Lo recordamos como el hombre que se fijó metas que pudo cumplir, el óvalo de Pachacuteq, el parque Urpicha, las fuentes de agua en las diferentes plazoletas del Cusco, la habilitación del Qorychancha como riqueza para el turismo, la recuperación de los barrios San Blas y San Cristobal, entre muchas obras más.
Daniel falleció el 24 de marzo del 2003 a causa de un cáncer linfático, un cáncer que, como muchas veces nosotros, no supo reconocer la misión ni el trabajo de un personaje que hizo mucho por el Cusco. Recordémoslo entonces como aquel que no se doblegó ante la adversidad y ante todo supo enfrentar, enfrentar como muestra de ejemplo que hemos de mejorar, él ya hizo mucho ahora nos toca continuar.

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