ÉL YA HIZO MUCHO, AHORA NOS TOCA CONTINUAR
Muchas sonrisas de niños en los
parques, muchos turistas fascinados con el Qoricancha, muchos lugares con
hermosas piletas para pasear en los días familiares, Muchos jóvenes que tenemos
un espacio para dar rienda suelta a nuestra imaginación con los libros y muchas
cosas más de la cuales no conocemos quién fue el gestor de los beneficios que
hoy tenemos, tenemos y a veces sin reconocer no queremos. Todos estos lugares
mejorados, construidos y adornados tienen un mentor, ese hombre se llama Daniel
Estrada Pérez.
Tal vez fue la infancia que lo
tocó vivir, en lugares sin espacio para
las risas del juego de los niños, tal vez fue el desentendimiento de sus
congéneres que no dieron importancia a embellecer su ciudad, o tal vez su motivación fue la
combinación entre lo mencionado y la sangre de líder innato que no le permitió
quedarse de brazos cruzados sin hacer nada por los suyos.
Nació en la Provincia de Calca el
3 de enero del 1947, radicó en el Cusco en donde realizó sus estudios, tuvo un
contacto directo con todos sus paisanos que al igual que él exigían al gobierno
mejores condiciones de vida, justicia y trabajo. Fue abogado de profesión y
antes de serlo practicó la política en sus aulas universitarias, contagiando a
sus compañeros el discurso de fortaleza e igualdad.
Fue alcalde del Cusco entre los años 1984 – 1986, destacó y el
pueblo cusqueño lo reeligió hasta en dos oportunidades más de 1990 a 1992 y de
1993 a 1995, en abril del último año fue elegido congresista de la República y
asumió sus funciones como tal en julio de ese año hasta 1999. Tuvo una
participación muy activa en la política peruana, por ello en 1999 fue elegido
miembro del Congreso Nacional y en el 2000 como congresista por el Cusco. Este
último período no lo pudo terminar.
“Lo sentimos ya no hay nada que
podamos hacer, la enfermedad que usted tiene ya está muy avanzada” fueron las
palabras que el médico le dijo luego que analizará los exámenes que le hizo.
Daniel no se doblegó y muy a su estilo continúo desempeñando su cargo de
congresista por su Cusco y su país. Lo recordamos como el hombre que se fijó
metas que pudo cumplir, el óvalo de Pachacuteq, el parque Urpicha, las fuentes
de agua en las diferentes plazoletas del Cusco, la habilitación del Qorychancha
como riqueza para el turismo, la recuperación de los barrios San Blas y San
Cristobal, entre muchas obras más.
Daniel falleció el 24 de marzo
del 2003 a causa de un cáncer linfático, un cáncer que, como muchas veces
nosotros, no supo reconocer la misión ni el trabajo de un personaje que hizo
mucho por el Cusco. Recordémoslo entonces como aquel que no se doblegó ante la
adversidad y ante todo supo enfrentar, enfrentar como muestra de ejemplo que
hemos de mejorar, él ya hizo mucho ahora nos toca continuar.
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